Expertos

Vincent Mortier
director de Inversiones del Grupo Amundi
Monica Defend
directora del Amundi Investment Institute
Spain - Victor de la Morena
Director de Inversiones de Amundi Iberia
  • El panorama económico global para 2025 todavía parece favorable para los activos de riesgo, pero los retos políticos y geopolíticos están arraigados. Anomalías como la concentración de los mercados y el excesivo endeudamiento, junto con este panorama macroeconómico benigno, exigen una diversificación mayor y más matizada de las carteras y ajustes dinámicos de las asignaciones.

  • Se espera que el crecimiento global se estabilice en el 3,0% en 2025 y 2026, así como el diferencial de crecimiento entre las economías desarrolladas y las emergentes. Es posible que persista la desinflación, pero se mantienen los riesgos inflacionistas y la Reserva Federal podría tener que adaptarse a posibles cambios de política de Estados Unidos. Un suave ciclo de relajación global podría continuar y terminar antes de que los tipos vuelvan a los niveles prepandémicos. Las políticas fiscales diferirán, pero desempeñarán un papel importante a escala global.

  • Los mercados emergentes se mostrarán resilientes en general. Asia seguirá siendo uno de los principales motores del crecimiento global gracias al dominio de su cadena de suministro tecnológico, a las políticas gubernamentales de apoyo y a la creciente integración regional y resiliencia. Destacan India e Indonesia.

  • Elecciones estadounidenses. El impacto de las políticas de Trump dependerá de la escala y la secuencia de su aplicación, así como de los factores de mitigación que las economías puedan poner en marcha. En Asia, China tiene margen político para reaccionar; India e Indonesia son los más aislados. Europa puede responder modificando sus flujos comerciales, reforzando la cooperación en materia de defensa y acelerando las reformas estructurales.

Amundi publica sus perspectivas de inversión para 2025. Las evoluciones políticas y geopolíticas están creando un mundo más fragmentado, pero en el reordenamiento global surgen nuevas oportunidades de inversión.

Las previsiones se basan en la información y las medidas políticas disponibles a 6 de noviembre de 2024.

Prevemos un crecimiento global más modesto, en el 3,0% en 2025 y 2026. El diferencial de crecimiento entre los mercados emergentes y los desarrollados también debería estabilizarse, con un crecimiento del 3,9% para los mercados emergentes y del 1,6% para los desarrollados en los próximos dos años. Esperamos que la economía estadounidense se desacelere ligeramente hacia un aterrizaje suave; que la recuperación de Europa hacia el crecimiento potencial sea modesta y progresiva, y que Asia siga siendo un importante motor del crecimiento, a pesar de la ralentización de China.

La confirmación del proceso de desinflación debería respaldar unas políticas monetarias más acomodaticias. Los bancos centrales de EE.UU. y Europa deberían seguir bajando los tipos. Para finales de 2025, prevemos que los tipos de interés terminales alcancen el 3,5% en EE.UU., el 2,25% en la Eurozona y el 3,5% en el Reino Unido. En cambio, se prevé que el Banco de Japón aplique dos subidas más. Los bancos centrales de los mercados emergentes se proponen aplicar políticas más independientes, relajando gradualmente la política monetaria.

Según Vincent Mortier, Director de Inversiones del Grupo Amundi, “aprovechar las oportunidades en activos de riesgo, equilibrando al mismo tiempo los riesgos de inflación, será clave en 2025. Los inversores deberían ampliar su exposición a la renta variable más allá de los valores estadounidenses de gran capitalización, buscar rentas en activos líquidos e ilíquidos y aplicar coberturas en un mundo más fragmentado”.

Monica Defend, Directora del Amundi Investment Institute, añade: “En un mundo de anomalías, existen rayos de luz. Identificar las oportunidades creadas por las decisiones políticas y los cambios geopolíticos será tan importante como protegerse de los riesgos que conllevan”.

Víctor de la Morena, Director de Inversiones de Amundi Iberia, reconoce que “en un entorno caracterizado por anomalías económicas y financieras, la diversificación estratégica y la gestión dinámica de las carteras son más cruciales que nunca. Las oportunidades de inversión surgen tanto en sectores resilientes, como en aquellos que lideran la transformación estructural global, como pueden ser la tecnología (y la inteligencia artificial en concreto), la transición energética y las tendencias demográficas”.

ESCENARIO CENTRAL: FIN DE CICLO NO CONVENCIONA

  • Estados Unidos se encamina hacia un escenario de aterrizaje suave. Esperamos una ligera desaceleración hacia un crecimiento más lento (+1,9% y + 2,0% en 2025 y 2026) a medida que el mercado laboral se enfríe y el consumo se ralentice. La magnitud y secuencia de la aplicación de las políticas afectarán a las perspectivas de crecimiento e inflación y, potencialmente, a la reacción de la Fed y a las condiciones de financiación. Creemos que el nuevo presidente puede dar prioridad a las políticas arancelarias y de inmigración, seguidas de recortes de impuestos y otras medidas presupuestarias.

  • Europa se prepara para una modesta recuperación hacia el crecimiento potencial, que se basa en una menor inflación y en la relajación monetaria para apoyar las inversiones y canalizar el ahorro hacia la demanda. Las mayores economías de la Eurozona mostrarán resultados heterogéneos, y las políticas presupuestarias deberían ser un factor distintivo significativo. A más largo plazo, Europa debe abordar el restablecimiento de la productividad. La Administración Trump podría presionar a Europa en este sentido, así como para que refuerce la cooperación en materia de defensa.

  • Mercados emergentes - Asia seguirá siendo uno de los principales motores del crecimiento mundial en 2025. Las perspectivas inflacionistas relativamente benignas favorecen unas políticas más favorables en la región. Asia emergente ya se está orientado hacia objetivos más estratégicos, registra un crecimiento robusto y ha reforzado los lazos y la resistencia regionales. La India será un motor clave del crecimiento y China probablemente fomente la estabilización económica y la transformación estructural.

  • Los principales riesgos a la baja para nuestro escenario central se derivarían de una eventual reaceleración de la inflación debido a la escalada de las tensiones comerciales. Los riesgos al alza están relacionados con un menor riesgo geopolítico a medida que se alivien los principales conflictos y una aceleración de las reformas estructurales se traduzca en un mayor potencial de crecimiento.

 

IMPLICACIONES PARA LA INVERSIÓN: oportunidades en un mundo fragmentado

Este fin de ciclo no convencional presenta una mezcla de anomalías económicas y financieras. Por un lado, vemos economías resilientes, amplia liquidez macroeconómica, relajación de las condiciones financieras y desinflación, junto con una elevada incertidumbre política. Por otro lado, tenemos una alta concentración, valoraciones caras y baja volatilidad en el mercado de renta variable en contraste con una alta volatilidad en la renta fija.

En este entorno, nuestra postura para 2025 es ligeramente favorable al riesgo, equilibrada con activos resilientes a la inflación. La diversificación en múltiples frentes es esencial, ya que los posibles cambios de política pueden transformar fácilmente el marco de referencia. Las anomalías actuales exigen una reevaluación frecuente y ajustes dinámicos, con especial atención a los activos de riesgo en el primer semestre. Para identificar las mejores oportunidades habrá que explorar los sectores que se benefician de temas transformadores a largo plazo. Entre ellos figuran las tendencias demográficas, los cambios geopolíticos e industriales, así como los efectos del cambio climático, la innovación tecnológica y el coste de la transición energética.

  • La renta fija gana tracción. A pesar de la volatilidad esperada, la baja probabilidad de recesión, combinada con la mayor moderación de los bancos centrales, favorece a los mercados de crédito en general, dados los rendimientos más elevados que en el pasado y los sólidos fundamentales crediticios. Los bonos del Estado, el crédito Investiment Grade y el High Yield a corto plazo, los préstamos apalancados, los bonos de mercados emergentes y la deuda privada presentan atractivas oportunidades de ingresos. Los gobiernos europeos también son fuentes de diversificación a medida que se ralentiza la inflación.

  • Renta variable: existe la posibilidad de que el rally se amplíe más allá de las megacaps estadounidenses y de valoraciones ya ajustadas, dadas las perspectivas de beneficios y liquidez. Somos partidarios de un enfoque global diversificado y buscamos bolsas de valor en los índices estadounidenses equiponderados, en Japón y en Europa. En cuanto a los sectores, preferimos el financiero, utilities, servicios de comunicación y consumo discrecional. La inversión value y las compañías de mediana capitalización son buenas coberturas frente a posibles caídas de los valores growth y de gran capitalización.

  • Los mercados emergentes deberían batir a los desarrollados. A pesar del posible nuevo rumbo de EE.UU., los bonos de los mercados emergentes deberían beneficiarse de un contexto macroeconómico favorable y de la tendencia a la baja de los tipos de interés. En divisas fuertes (HC), preferimos el high yield al investment grade. En divisas locales nos centramos en aquella que ofrezca rendimientos reales atractivos. En Asia emergente, India e Indonesia ofrecen las mejores opciones a largo plazo y están más aisladas de potenciales subidas arancelarias.

  • Los retos justifican una diversificación más matizada en múltiples frentes, buscando la diversificación en términos de volatilidad (hedge funds y estrategias de retorno absoluto), liquidez (mercados privados) y macro/geopolítica (oro, bonos ligados a la inflación). Las infraestructuras y la deuda privada combinan una sólida perspectiva de crecimiento, protección frente a la inflación y ventajas desde el punto de vista de la diversificación. En renta variable, los títulos que reparten dividendos tienden a ser más resistentes a la inflación.

  • 2024-12-23
    NdP - Perspectivas de inversión para 2025 Rayos de luz en medio de anomalías

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